Buenos Aires, Lunes 31 de Enero de 2005 -
Fuente: Noticias Urbanas, Otros.
Tragedia República de Cromagnon: la historia oficial. El informe de Ibarra ante la Legislatura Porteña
"Yo soy el jefe de Gobierno y vengo a dar la cara como corresponde. Pero todos
tenemos que mirarnos al espejo, aunque hay muchos que muchos que quieren que
sea yo solo el que me mire al espejo. Necesitamos un compromiso de madurez
política porque este tema no figuraba en la agenda de la Ciudad", dijo Ibarra ante legiladores y familiares en la sesión extraordinaria del 28 de enero.
En una sesión extraordinaria que duró más de ocho horas, Aníbal Ibarra enfrentó a legisladores y familiares en la Legislatura porteña, dando la versión de su Gobierno ante la tragedia ocurrida en Once el pasado 30 de diciembre. Por su parte, los familiares de los 191 muertos por el incendio de República Cromagnon
eligieron a un grupo de 41 para que los representen en el recinto.
El jefe porteño afirmó: "Por padrones tenemos 267.843 locales habilitados en la
Ciudad de Buenos Aires, de los cuáles 78.751 corresponden a actividades
críticas como ser, por ejemplo, supermercados e hipermercados, geriátricos,
clubes deportivos, etc. Esto es parte de la dimensión que tiene que asumir el
Estado con el control, porque también sabemos que hay que controlar el
tránsito, la ocupación del espacio público, la publicidad ilegal y, a veces,
controlar sobre el control. Y todo esto es con elementos normativos totalmente
obsoletos. Un sistema de normas hecho por aquellos que quieren enriquecerse a
partir de la aplicación de las mismas. Si estoy en este lugar es porque estaba
convencido y estoy convencido de que esta situación se puede modificar".
Luego agregó: "Podría haber sido que durante cuatro años no
nos ocupamos de este tema, pero no fue así. Teníamos algunos problemas serios
al comienzo de la gestión. Uno de ellos era la supervivencia y continuación de
una Justicia de Faltas que había sido cuestionada y nombrada por el ex Concejo
Deliberante. Unos meses después de haber asumido, envié a la Legislatura un
proyecto para disolver la Justicia de Faltas y en pocos días se disolvió.
Teníamos el poder de policía disperso, inspectores por todos lados. Quienes me
habían precedido habían probado de todo".
Continuó: "Como jefe de Gobierno intenté unificar -por primera vez- todos los controles
en una sola área que se llamó de Gobierno y Control Comunal. Históricamente
estaban juntos quienes habilitaban y quienes controlaban, pero tuve el criterio
de separarlos. Era un sistema ineficaz, corrupto en muchas de sus instancias,
con falta de trasparencia y perjudicaba al ciudadano que muchas veces terminaba
pagando para que le resolviera un trámite. Siempre se asoció inspector
municipal con corrupción. Llegamos a noviembre de 2003, donde tomé una decisión
muy fuerte y disolví el cuerpo de inspectores. El expediente se llevó en mano y
no lo conocía prácticamente nadie del Gabinete porque sabíamos que iba a
generar muchas resistencias. Fue una medida que nunca se había tomado en la
Ciudad. El 10 de noviembre de 2003 este jefe de Gobierno pasó a disponibilidad
a alrededor de 300 inspectores y 200 empleados administrativos".
Ibarra aclaró que "los actuales inspectores tienen de antigüedad como máximo un
año y ocho meses. No es verdad que sean los mismos de siempre. Las personas que
se desempeñan en la Unidad Polivalente de Inspecciones (UPI) deben ser
profesionales universitarios, no tener antecedentes penales, presentar
declaraciones juradas antes de ingresar a la Unidad y después de abandonar la
misma. Igualmente, de nada valen las palabras ni las medidas, cuando murieron
casi 200 personas en un local de esta Ciudad. Esto es a título de explicación y
no de justificación, no hay lugar para las justificaciones".
Además Ibarra dijo: "No sólo es necesario tener los papeles en regla sino ver
en el lugar que se cumplan los requisitos, por eso decidí conformar un Cuerpo
de Verificaciones Profesionales, que no pertenecieran al Gobierno y se
designaran por sorteo. La habilitación de Cromañón data de 1997. Nosotros
establecimos que la actualización de las habilitaciones se hicieran cada un
año, algo que nunca se había hecho. El nombre de los inspectores y sus datos
estuvieron siempre en la página web del Gobierno de la Ciudad. De esta manera
buscamos la transparencia y el control vecinal. El año pasado se realizaron 222
inspecciones, 162 cédulas de intimación, 958 actas de comprobación, 119
clausuras (112 del local y 7 de la actividad). En total fueron 16.000
inspecciones y 1.200 clausuras".
Y añadió: "Hoy estamos todos pendientes de los locales que se clausuran o de
las inspecciones que se hacen porque ocurrió la tragedia de Cromagnon y esto es
lógico que sea así. Ahora se le da más difusión a los controles y a las
clausuras. Hoy creo que a ningún juez se le ocurriría dar una medida cautelar
pidiendo que se levante la clausura de un local, que había sido decidida porque
no tenía señalización de emergencia y la salida estaba cerrada con candado,
como fue el caso del local bailable Chicharrón".
Ibarra señaló: "La idea es contar el esfuerzo de un Gobierno por modificar el
modelo de control y mejorar el poder de policía, por capacitar a los
inspectores. Hubo decisiones fuertes y hubo resultados de clausuras, de actas.
Pero todo esto da la sensación de que nada sirve, porque no se pudo evitar la
tragedia de Cromagnon. Me hago cargo como jefe de Gobierno de que la Secretaría
de Justicia y Seguridad adolecía de deficiencias estructurales. Más allá de los
esfuerzos realizados, esta área no funcionaba ni de lejos correctamente.
Adolece de un sistema integral informatizado que permita la interrelación con
las demás secciones. Alienta los abusos, las especulaciones, la burocracia.
Además tenía y tiene los siguientes problemas: circuitos administrativos poco
claros, falta de capacitación y de recursos humanos especializados, sistemas
tecnológicos heterogéneos, duplicación de datos, falta de un sistema de
habilitaciones y permisos".
Y agregó: "Yo nunca pacté con la corrupción. Tomé decisiones en esta área que
nunca se habían tomado. Frente a la tragedia de Cromagnon no sólo no alcanza,
sino que no sirve. Todo esto está signado por el fracaso. Pero creo que aún en
este contexto, debemos profundizar y destacar lo que se hizo bien y generar los
cambios que algunos habíamos echo en forma gradual, pero a la luz de los
acontecimientos creo que va a ser necesario un shock".
La sesión, que pasó a cuarto intermedio con el impulso de los legisladores del macrismo, continúa el martes 1 de febrero.