Martes, 9 de Enero de 2007
En el sur de la ciudad faltan escuelas y sobra matrÃcula
El Estado gasta en infraestructura escolar -por alumno- más en los distritos más ricos que en la zona sur, donde habita la mayor parte de la matrÃcula capitalina. Además, faltan escuelas, públicas y privadas, lo que genera superpoblación en las aulas del Distrito Escolar 21 (Villa Lugano y Villa Riachuelo). La DefensorÃa del Pueblo de la Ciudad de Buenos Aires puso la lupa sobre este problema.
Un informe realizado por la DefensorÃa del Pueblo de la Ciudad, órgano que estarÃa próxima a emitir un dictamen sobre el tema, pone la lupa sobre el nivel incial de escolaridad, una etapa pedagógicamente crucial en el desarrollo de los niños (que va desde los 45 dÃas hasta los 5 años de edad), mostrando crudamente las desigualdades entre las zonas sur y norte.
La cuestión es muy sencilla: lo que gasta el Estado por alumno en infraestructura escolar en los distritos más ricos supera a la inversión en los barrios menos acomodados. Cuando deberÃa ser exactamente al revés, ya que es aquà donde habita la mayor parte de la matrÃcula capitalina. En el sur, particularmente en Villa Lugano (o si se quiere, en área de influencia del Distrito Escolar 21), faltan escuelas. Si se combina la oferta estatal y la privada, de las 936 unidades educativas de nivel inicial, sólo el 32 por ciento está en la zona sur. Y para rematar el asunto, de los 6.047 chicos que a junio del año 2006 no tenÃan vacantes y estaban en lista de espera, más del 70 por ciento es del sur.
Según la DefensorÃa, la situación se repite en mayor o menor medida en toda la educación porteña. Tomemos el caso del Nivel Primario. Mientras en el Norte el promedio es de 289 alumnos por establecimiento, en el Sur es de 378. La mayor asimetrÃa se observa en el distrito 21 (Lugano y Villa Riachuelo) donde 9.678 chicos se distribuyen en 14 edificios superando la media porteña. Otros barrios crÃticos son Barracas, Soldati y Pompeya.
El más bajo promedio de alumnos matriculados por grado se registra en el Distrito Escolar 10 (Belgrano, Núñez), con 17,6 alumnos promedio, y el más alto corresponde al Distrito Escolar 21 (Villa Lugano, Villa Riachuelo), con 29,4 alumnos promedio por grado. Otro dato no menor: en el Presupuesto 2007, mientras el Norte recibe 324 pesos por alumno para infraestructura, el Sur debe conformarse con 293 pesos, o sea un 11 por ciento menos.
Las consecuencias del abandono del Estado hacia esta zona, cuyas necesidades son más que urgentes, las padecen madres y padres del D.E. 21, que fueron hasta el colegio primario más cercano a sus casas para inscribir a sus hijos pero no pudieron, pues se les negó la incorporación de sus niños al sistema educativo primario, por no contar con espacio fÃsico para el dictado de clases durante el ciclo electivo de este año.
En ese marco, a fines de diciembre legisladores macristas (diputado nacional Cristián Ritondo y legisladora porteña Soledad Acuña) presentaron al juez porteño Andrés Gallardo un recurso de amparo (Expte. 23326) a fin de garantizar el derecho de los menores, al que el magistrado hizo lugar, ordenando al Ministerio de Educación del Gobierno de la Ciudad, concretar la inscripción en las escuelas del distrito Nº 21, de todos aquellos que se domicilien en el mismo, con preferencias a los que provengan de otras zonas. Y en el caso de no contar con espacio garantizar la admisión en otros establecimientos y ofreciéndoles transporte.
Quizás los resultados de las gestiones oficiales, tanto del Gobierno de la Ciudad como del Nacional, luzcan mejor en la zona norte, o mejor dicho, en cualquier zona que no sea la zona sur. Tal vez, una palmada en la espalda se "sienta mejor" viniendo de quienes no tienen estas carencias... Claro, imaginen la "palmadita" que podrÃan recibir por aquÃ, cuando las necesidades son tan apremiantes y las desigualdades se ven aumentadas en lugar de atenuarse gradualmente, como lo evidencia la injusta distribución del presupuesto educativo.
Me pregunto: ¿cuántos funcionarios y legisladores viven en la zona sur? ¿quiénes de ellos envÃan a sus hijos a estas escuelas superpobladas? Es sólo curiosidad. En el sur -casualmente- hay un gran número de votantes, por lo que serÃa lógico esperar que sus representantes también "vivan" junto a o cerca de sus representados. De esa manera podrÃan "palpar" mejor el pulso social de esta mayorÃa laburante. Y ya no podrÃan dejar de escuchar ¿porqué no llega la urbanización prometida de la Villa 20?. O que, porqué, a pesar de que se aprobó legislativamente, el Hospital de Lugano aun no existe.
También se preguntarÃan, junto con los vecinos de la zona, porqué están cerrados al público (y por ende socialmente desaprovechados) esos extensos y apetecibles espacios verdes -donde hay hasta lagos- en el Parque de la Ciudad y en el Autódromo, cuando por otro lado la gente tiene que pelear para que no le quiten su último terruño verde público, el Parque de las Victorias.
Es que aquà abajo, abajo, cerca de las raÃces, es donde la memoria ningún recuerdo omite, y hay quienes se desmueren y hay quienes se desviven y asà entre todos logran lo que era un imposible: que todo el mundo sepa que el sur también existe (gracias Mario Benedetti).
La opinión de los docentes
El Profesor Diego Gabriel Marranti, coordinador del Espacio de Reflexión Docente “Paulo Freire”, se desempeña como docente en la zona sur, y cuenta lo suyo: "hoy, los docentes de la Ciudad, particularmente en la Zona de Acción prioritaria (ZAP), tenemos entre 30 y 40 alumnos por aula, situación que empeora en el nivel medio. Este dato es fundamental para entender los graves problemas por los que pasa el sistema educativo de la Ciudad". Según el docente, "la cantidad máxima ideal de alumnos por aula deberÃa ser de 20".
Y agrega: "Si a esta situación le agregamos la falta de material didáctico, las condiciones de infraestructura de la mayorÃa de los establecimientos escolares, las problemáticas familiares que acarrean los niños y jóvenes alumnos, y los magros salarios que cobramos los docentes por la variedad de tareas que debemos realizar al margen de la pedagógica, la situación se presenta insostenible y a punto de eclosionar en cualquier momento".
Hernando Mankus
Fuente: Varias