Lunes, 6 de Agosto de 2007

Servicios especiales de limpieza cerca de la iglesia de San Cayetano

Las inmediaciones del santuario de San Cayetano, en el barrio de Liniers, vienen colmándose paulatina y sostenidamente, como otros años. Cuando en el primer minuto de este 7 de agosto se abran las puertas del santuario del patrono del Pan y del Trabajo, la cola tal vez supere por mucho las previsiones más osadas. Otros años fueron 20 las cuadras que llegaron a ocupar los centenares de miles de personas que visitan al santo; las carpas, por su parte, alrededor de 200. ¿Cuántas serán esta vez?

 

Es probable que los fieles levanten sus plegarias pidiendo empleo o agradeciendo tenerlo, pero también expresando un anhelo de unidad familiar y comunitaria en una sociedad que sufre síntomas de fragmentación. El intenso frío pronosticado para estos días también es todo un desafío. Habrá que enfrentarlo, quizá con mate cocido bien caliente.

 

No será, en todo caso, el único reto. Esta extraordinaria concentración de personas en una zona especialmente sensible de la Ciudad significa un desafío particular para la higiene urbana. Así lo entiende el Ente de Higiene Urbana, organismo del Gobierno de la Ciudad encargado de la limpieza en la denominada Zona 5 que abarca, entre otros, al barrio porteño de Liniers.

 

Por eso, dispuso una serie de servicios especiales para el martes 7 y el miércoles 8, que contemplan la duplicación de la frecuencia del servicio de barrido con una dotación de barrenderos y barrenderas superior al normal y un sensible crecimiento de la frecuencia de recolección. Por otro lado, se ha procedido a la instalación de volquetes en las esquinas de las calles Amadeo Jacques y Cuzco y las de la calle Bynnon con Pje. Gana, Pje. Bueras, Madero y Barragán.

 

Además, se proveyó a la Iglesia San Cayetano de 8 carritos, 8 palas, o escobillones y 200 bolsas de residuos. El refuerzo de personal es de 10 operarios y 5 barrenderas en el Turno Mañana y otros tanto para el Turno Tarde. El operativo de higienización estará garantizado por 3 capataces, 30 agentes barrenderos con sus respectivas herramientas, un camión de riego, una máquina barredora y 2 camiones compactadores.

 

En todo caso, es útil tener presente que también serán días que exigirán un mayor cuidado en el comportamiento de comerciantes, vecinos y vecinas de Liniers y, muy particularmente, de quienes asisten al santuario, quienes deberán contribuir a mantener la higiene del lugar.

 

Se trata de una tradición popular de fe religiosa de profundo significado. Podemos, si nos comprometemos mutuamente, comenzar a forjar la tradición de que se lleve a cabo como un ejemplo de higiene. Será un beneficio del que disfrutaremos todos.

VillaLugano.com.ar

Fuente: Ente de Higiene Urbana