Comenzarán las obras del Polo Farmacéutico en Avenida Cruz y Escalada
En pocos días más comenzarán las obras del polo farmacéutico en un predio de 12 hectáreas en Villa Soldati, un emprendimiento que pretende no sólo sacar del abandono a ese espacio, sino también impulsar la producción nacional de medicamentos y proveer nuevas fuentes de trabajo. Pasaron cinco años desde de que la Legislatura habilitara su construcción.
Cuando haya finalizado la totalidad de los trabajos, en aproximadamente cinco años más, el polo contará con 11 plantas industriales en las que se habrán radicado 13 laboratorios. En una primera etapa, las firmas Montpellier, Omicrom y Panalab prevén desembarcar en sus futuras sedes a partir de 2013, luego de dedicar 18 meses al montaje de sus instalaciones, tarea que iniciarían en distintos momentos del segundo semestre de este año.
La inversión total, que será de 120 millones de dólares, será financiada por la industria farmacéutica mediante créditos que han gestionado ante el Banco Ciudad, que les brindó una línea especial para poder facilitar la radicación del polo.
El acuerdo para desarrollar en un triángulo de Villa Soldati -delimitado por las avenidas Cruz y Escalada y las vías del ferrocarril Belgrano– un predio que reuniera a los principales referentes de la industria nacional había sido alcanzado en 2004 entre el gobierno porteño y los laboratorios reunidos en la Cámara Empresaria de Laboratorios Farmacéuticos (Cooperala). En aquel momento, se estimaba que podría inaugurarse a fines de 2005.
No obstante, la Legislatura sólo aprobó en agosto de 2005 la rezonificación de las tierras en cuestión. Desde entonces hasta la actualidad, varias negociaciones y trámites previos demoraron las obras definitivas. Entre otros pasos, se escrituraron los terrenos (por su venta, el Estado porteño obtuvo 7.000.000 de dólares), se registraron los planos y permisos de obras; se realizó y aprobó el estudio de impacto ambiental del proyecto, y se consiguió que las empresas de servicio aseguraran la provisión necesaria.
Luis Sáenz -presidente del laboratorio Omicron, que comenzará la obra de su nueva planta a fines de este año o principio del próximo, para inaugurarla en 2014- indicó a La Nacion que habrá una infraestructura especial para que la demanda del polo no afecte al consumo de la zona.
Las plantas de producción de los laboratorios tendrán -según informó el Ministerio de Desarrollo Económico porteño, que actuó como articulador entre las partes involucradas- entre 8000 m2 a 32.000 m2. "El polo farmacéutico es una deuda histórica que se tiene con esta industria; que finalmente podamos llevarlo adelante es una gran señal para todo el sector", dijo el ministro del área, Francisco Cabrera.
Una vez que el polo ya funcione plenamente, la oferta de fuentes laborales directas e indirectas en la zona sur sumará 10.000 puestos, según las previsiones. Se especula con que no sólo los laboratorios demandarán más empleados, sino también las empresas de servicios que, por arrastre, se instalen en áreas próximas al megaemprendimiento.