22 de Marzo, Día Mundial del Agua
En 1992, la ONU decretó al 22 de Marzo como Día Mundial del Agua, para concientizar sobre la importancia del agua potable y promover su correcto uso.
Actualmente hay 7000 millones de personas que alimentar en el planeta y se prevé que habrá otros 2000 millones para el año 2050. Las estadísticas indican que todas las personas beben de 2 a 4 litros de agua a diario. No obstante, la mayor parte del agua que «consumimos» está incorporada en los alimentos que ingerimos: producir un kilo de carne de vaca, por ejemplo, requiere 15000 litros de agua, y para «hacer» un kilo de trigo hay que poner 1500 litros.
Cuando mil millones de personas en el mundo ya viven en condiciones de hambre crónica y los recursos hídricos sufren presiones, no se puede hacer como si el problema estuviera ‘en otra parte’. Afrontar el crecimiento de la población y garantizar el acceso a alimentos nutritivos para todos exige una serie de medidas a las que todos podemos contribuir con lo siguiente:
- Luchando contra la minería a cielo abierto y contra toda actividad extractiva que consuma grandes cantidades de agua, o siquiera que amenze contaminarla, justamente donde este precioso elemento se encuentra en estado purísimo, que es en las montañas, precordillera, nacientes, permafrost y lechos glaciarios.
- Consumiendo productos que hagan un uso menos intensivo de agua.
- Reciclando productos para cuya fabricación se usa mucha agua, por ejemplo: el papel.
- Acortando la duración de la ducha diaria. En cada minuto de ducha se consumen aproximadamente 10 litros de agua potable. Imagínate, un minuto menos por día equivalen a 3650 litros anuales.
- Reduciendo el escandaloso desperdicio de alimentos. Nunca se consume el 30% de los alimentos producidos en todo el mundo y el agua utilizada para producirlos se pierde definitivamente.
- Produciendo más alimentos de mejor calidad y utilizando menos agua.
- No arrojando solventes, aceites, colillas y cualquier contaminante en el inodoro. Todo volverá a tí, no lo dudes: las aguas servidas, tratadas o no, terminan en alguna cuenca hídrica y finalmente se mezcla con otras aguas, que en definitiva son una sola agua, nuestra agua planetaria.
- Llevando una una alimentación saludable.