Buenos Aires, 28 de Abril de 2003
Una brisa tibia me tocaba la frente y se metía
gentil entre la gente. Mucha gente. Aquí y allá.
En colectivo, en autos compartidos, y caminando... ¡cuántos
fueron simplemente caminando! El día nos acompañó,
nos cobijó a todos los que ayer fuimos a votar, simplemente
a votar. Nada más y nada menos. En mi caso fue en el
Instituto Don Orione, en la Av. Piedrabuena, acá en Villa
Lugano.
No sé si serán mis ojos los que
miran distinto... Supongo que habré crecido. ¿O
será que estoy aprendiendo a ver lo que miro?.
Lo cierto es que ayer el pueblo de la Argentina, mi pueblo, nuestro pueblo,
se pronunció abrumadoramente por la democracia.
Pero ¿cómo? -dirán algunos-,
si ayer votábamos para elegir un presidente. Sí,
claro, formalmente la elección fue para elegir un presidente.
¿El resultado?, pues habrá segunda vuelta. Sin
embargo, esta elección la ganó
la gente.
Cada uno de nosotros individualmente y todos
juntos, ganamos esta elección, pues no dejamos
que otros decidan nuestro futuro y fuimos a votar. Y votamos
positivamente. Fuimos nosotros los que
dimos ayer la respuesta más importante a la peor crisis
de nuestro país. ¿Que está todo
por hacerse? ¡Pero por supuesto! Eso no se discute.
Mirémonos con orgullo. Nosotros
somos el Soberano. Nuestro es el mandato. Ante nosostros
deberán rendir cuenta nuestros mandatarios. Somos sus
mandantes, no lo olvidemos. Y nos constituímos como nación
democrática al darnos un gobierno elegido democráticamente.
Mantengamos alta la frente, nuestra mente alerta
y nuestro corazón encendido, mientras
afilamos una y otra vez la espada del voto. Pronto, muy
pronto, la tendremos que volver a utilizar. Por Nosotros. Por
nuestra Unión. Por nuestra Libertad.
Hernando R. Mankus
Director
VillaLugano.com
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