En la década del ’30 se canalizó el Riachuelo, suprimiéndose
los meandros. Así, ese segmento pasó de tener 14 Km a sólo 7 Km. En ese mismo periodo se construyeron chalets
realizados por la cooperativa del Hogar Obrero.
Los primeros empleos que tuvieron estos barrios fueron los del ferrocarril y las industrias, sobre todo las metalúrgicas. Hacia
1921, se localizaban las industrias de Elaboración General de Plomo y la Cromo Hojalatería Argentina. En estos barrios
también se localizaron grandes industrias, entre las que se destacan los establecimientos de Pirelli, Camea, Arciel, Textil
Lugano, Lagorio, Transfarmaco, Suchard, Osram, Conveyors y Klocmetal.
En 1951 se inaugura el Autódromo Municipal Oscar Gálvez. El éxito en este deporte durante este período por corredores
tales como Juan Manuel Fangio y Froilan González, impulsó al gobierno peronista a realizar este autódromo dentro de
una serie de circuitos producidos en el país. La obra, que insumió cerca de 10 millones de pesos, incluyó en un principio
cuatro pistas.
En la década del ’40, se destinaron varias hectáreas al vaciadero de la basura que provenía del resto de la Capital Federal,
lo que generó un nuevo problema al barrio.
Durante gran parte de la década del ‘50 se dispuso la expropiación de las
tierras con el objetivo de realizar un gran parque urbano. El plan regulador de 1960 considera propicia la zona del Parque
Almirante Brown para localizar el zoológico municipal ubicado en Palermo.
En 1965 se inauguró parte del predio
conocido como “Parque Sur”. Posteriormente, en 1967 se obtuvo un crédito del Banco Interamericano de Desarrollo, para
realizar obras de saneamiento, especialmente desagües y pavimentos.
Es imposible separar la conformación actual de la visión territorial del Plan Regulador establecido para la Ciudad a
finales de la década del ’50 y las transformaciones realizadas durante la intendencia de Osvaldo Cacciatore, durante
la dictadura militar. En tal sentido, la visión de este Intendente era la siguiente: “el sur se transformaba en una
verdadera trastienda o depósito de cuanta cosa desagradable cabe imaginar” (Cacciatore, 1993: pág.193).
Obviamente, las “cosas desagradables” eran la basura, los pobres y las fábricas. A partir de dicha visión, las
fábricas desaparecieron dando lugar a una fuerte desindustrialización, mientras que las villas de emergencia y la
basura, al no poder ser eliminadas, buscaron relocalizarlas fuera de la Ciudad. Para una se creó el CEAMSE; para
los otros, el traslado masivo hacia el conurbano u otras provincias.
En el año 1977, durante el mandato del mencionado intendente de facto, se construyó el Parque de la Ciudad. La
licitación para su construcción fue ganada por la empresa Parques Interama S.A. Esta empresa quebró y la deuda
fue absorbida por el gobierno Municipal1. El máximo de visitantes se produjo en 1985, cuando concurrieron al
parque 1.142.141 personas. Año tras año las cifras fueron disminuyendo y en 1992 la cantidad total fue de
283.672 personas, cuando fuera diseñado para recibir 100.000 personas por día.
NOTA:
El gobierno de facto llevó a cabo una licitación privada por la cual se permitía la explotación de un parque de diversiones a cambio de
construir el nuevo zoológico para la Ciudad que permitiera el traslado del que actualmente se localiza en el Parque Tres de Febrero. La
licitación fue ganada por la empresa Interama que se hizo cargo de las obras. Sin embargo, a fines de 1980 el Banco SIDESA (accionista
del parque) quebró con la consiguiente paralización del parque. En un hecho muy cuestionado, el municipio se hizo cargo del Parque
adquiriendo el 100% de las deudas generadas. A pesar de ello, se les vuelve a otorgar la concesión pero habiendo asumido las deudas la
Ciudad. El nuevo intendente democrático finalmente declaró la caducidad de la concesión en 1985 y promovió la acción judicial sobre los
responsables de la maniobra. |